Los contratos de caución son una forma de garantizar que una persona cumpla con sus obligaciones; ahora bien, cuando se realiza un contrato de esta clase, lo mejor es solicitar un aval bancario o contratar un seguro de caución, ya que si la persona comprometida no cumple con sus obligaciones, la aseguradora o entidad bancaria responsable, se hará cargo de cumplir con las obligaciones de su cliente. Sabiendo esto, si se desea contratar un seguro de caución, es importante saber con exactitud lo que significa cada uno de los términos manejados y las condiciones que se suelen aplicar.
La caución, hace referencia a la garantía que ofrece toda persona con respecto al cumplimiento de sus obligaciones; en este sentido, la caución es un contrato en donde una persona (natural o jurídica) garantiza que cumplirá con las obligaciones que tiene con otra persona.
Entorno a sus aplicaciones, la caución no tiene ninguna delimitación, por ende, se puede aplicar en cualquier situación en donde exista una obligación contractual; sin importar el origen de la misma (puede ser un contrato público o privado).
Es importante mencionar, que en caso de que la persona que se ha comprometido a cumplir con una obligación, no cumpla con esta, puede enfrentarse a la ley.
Primeramente se debe saber lo que es un aval. Este término hace referencia al compromiso que asume una persona (jurídica o natural) de cumplir con las obligaciones que asuma un tercero en caso de que este no pueda hacerlo; para así garantizar el bienestar del acreedor y evitar consecuencias legales en el deudor.
Ahora bien, un aval bancario es prácticamente lo mismo, sin embargo, la responsabilidad de cumplir con el compromiso del deudor (quien debe solicitar un aval bancario al momento de solicitar un determinado préstamo), la toma una entidad bancaria; por ende, el acreedor siempre tendrá la garantía de que recibirá los pagos correspondientes. En caso de que un deudor no pueda cumplir con sus responsabilidades, la entidad bancaria se hará cargo; sin embargo, el deudor tendrá que abonar una determinada cantidad a la entidad bancaria luego de esto.
Aclarados todos los términos, es importante saber las diferencias entre aval bancario y seguro de caución, ya que a pesar de tener el mismo objetivo (cumplir con las responsabilidades de un tercero, en caso de que esta no lo pueda hacer), estos poseen ciertas diferencias, entre las cuales se destacan:
En general, se recomienda más que se contrate un seguro de caución, pues posee menos inconvenientes al momento de realizar la solicitud o contratación; sin embargo, también se debe tener en cuenta que los seguros de caución, solamente se encuentran disponibles dependiendo de la obligación que tenga el interesado. En este sentido, normalmente los seguros de caución cubren las siguientes situaciones:
Es importante mencionar, que dependiendo de las circunstancias, se puede contratar un seguro de caución que no cubra las situaciones anteriormente mencionadas, si no otras; pero para esto, se debe llegar a un acuerdo con alguna aseguradora que esté dispuesta a prestar el servicio.
El seguro de caución o seguro de garantía (como se le denomina en algunas ocasiones), es un seguro que se encargada de indemnizar al acreedor del tomador; es decir, cuando una persona solicita un préstamo, esta puede contratar un seguro de caución, el cual indemnizará al acreedor (beneficiario), en caso de que el deudor (tomador), no pueda cumplir con sus responsabilidades (pagar el préstamo en tiempo y orden).
En pocas palabras, es una forma de garantizarle al acreedor, que siempre recibirá lo que le corresponde; indiferentemente de si el deudor tiene la capacidad o no, pues hay un tercero (la aseguradora), que se encargará de cumplir con la responsabilidad del asegurado, en caso de que este no pueda.
Además, se debe mencionar que esta clase de seguros no solamente se pueden contratar en caso de ser un préstamo monetario, pues en general, se puede utilizar cuando se tiene alguna obligación de algún tipo; pues en caso de que el tomador no pueda cumplir con sus obligaciones, la aseguradora le pagará a una compañía, para que esta se encargue de las mismas.
Esta clase de seguros se encuentran regulados por la Ley del Contrato de Seguro, más específicamente en el artículo 68, en dónde se explican las definiciones anteriormente mencionadas.
Como último dato de interés, el deudor es conocido como el tomador del seguro, por otro lado, el beneficiario pasa a ser el acreedor, pues será este quien recibirá la indemnización correspondiente en caso de que el tomador no cumpla con las obligaciones correspondientes.
Normalmente los seguros de caución son utilizados cuando una empresa privada es contratada por una Administración Pública (AA.PP). En estos casos, la empresa debe contratar el seguro (tomador) y la Administración Pública pasa a ser la beneficiara del seguro.
En caso de que la empresa no cumpla con sus obligaciones contractuales, la aseguradora se hará cargo de esto.
Por otro lado, este es el caso más frecuente de uso, puesto que cualquier empresa que tenga algún contrato con la Administración Pública, debe tener un seguro de caución que garantice el cumplimiento de sus obligaciones, esto es de forma obligatoria, según la ley.
Anteriormente se mencionó en qué casos se suele utilizar un seguro de caución, pero además de ello, es fundamental saber qué cubre el seguro de caución. En este sentido, un seguro de caución se encarga de cubrir las siguientes situaciones:
En general, un seguro de caución puede cubrir muchas situaciones (personales o empresariales), ya que como se explicó anteriormente, la caución no tiene ninguna delimitación entorno a su uso, por ende, se puede aplicar en muchos casos; y casi siempre hay una aseguradora dispuesta a ofrecer sus servicios.
El precio que tenga el seguro de caución puede variar mucho, dependiendo del objetivo de este; y las obligaciones que tenga el tomador del seguro. En este sentido, un seguro de caución puede tener un precio de entre 30 y 500 euros, dependiendo de distintos factores.
Además, en caso de que el seguro tenga que cumplir con las obligaciones del tomador, este último de igual forma tendrá que compensar a la aseguradora por el capital que haya invertido en cumplir con sus obligaciones (puede variar dependiendo de la aseguradora).
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