¿Qué Hacer con las Cenizas de un Ser Querido?

A medida que pasa el tiempo, la opción de la cremación se ha vuelto muy común entre los habitantes de España, acción que a pesar de formar parte de las tradiciones milenarias, no deja de generar incertidumbre sobre qué hacer con las cenizas del ser querido que ha fallecido, especialmente en las ocasiones en las que el infortunado no participó a sus familiares (ni escrita, ni verbalmente) el destino que deseaba para sus restos.

Debido a esto, son cada vez más las opciones disponibles para destinar las cenizas del cuerpo, siendo algunas de ellas muy originales y ocurrentes, con el fin de rendir un homenaje de altura a esa persona especial.

Cremación de cadáveres y qué hacer con las cenizas según lo que establece la ley

Para todos aquellos municipios cuya población supere el medio millón de habitantes, será obligatoria la instalación de un crematorio en cada cementerio.

Sin embargo, la cremación de un cadáver puede ser prohibida por la Jefatura Provincial de Sanidad siempre y cuando la causa de defunción de la persona se encuentre dentro del Grupo I del artículo 8 de este reglamento; es decir, el cadáver podría representar un peligro sanitario (como viruela, ébola, carbunco o contaminación radioactiva).

En pocas palabras, en casi cualquier lugar es posible encontrar un crematorio y siempre se puede recurrir a esta opción, al menos que el cadáver sea un riesgo sanitario.

Normativa cenizas difuntos

Según lo descrito en el artículo 53 del Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, las cenizas del difunto deben ser colocadas en una urna identificada con el nombre del mismo, una vez se haya realizado la cremación. El destino de estas urnas quedará a disposición de los familiares del fallecido, por lo que ellos podrán decidir abiertamente si depositarlas en el columbario dispuesto por el cementerio, o llevarlas consigo a otro lugar.

Las exigencias sanitarias no regulan el destino de las cenizas una vez estas se encuentren en manos de los familiares, por lo que no hay normativa en la legislación española que impida esparcir las cenizas de un fallecido.

¿Qué hacer con la urna de las cenizas?

Una vez se ha llevado a cabo la cremación, los familiares del difunto recibirán una urna funeraria que contendrá las cenizas del mismo; es allí cuando a pesar del duro momento que afrontan, deben decidir cuál será el lugar de descanso eterno para los restos de su ser querido (en caso de que la persona no haya expresado su voluntad sobre el asunto antes de fallecer).

Aunque la opción más común es colocar la urna en un columbario o conservarla y llevarla consigo a un lugar especial, las costumbres se han ido modificando con el paso del tiempo, ofreciendo diversas opciones de ritual a los familiares, los cuales buscan adaptarse a los diferentes estilos de vida y creencias que existen en la actualidad.

Esparcir las cenizas de un ser querido

Es una de las prácticas más antiguas dentro de los rituales posteriores a la incineración de un cuerpo. Aunque puede hacerse en casi cualquier lugar (exceptuando las calles y parque públicos), generalmente estas son esparcidas en el mar, ya que esto ha formado parte de la cultura de los países mediterráneos desde hace más de 3.500 años.

Actualmente algunos cementerios poseen un espacio llamado “jardín de los recuerdos”, en el cual los familiares podrán esparcir las cenizas sobre un lugar con la vegetación adecuada para ello, logrando preservar el recuerdo del ser querido en un sitio natural y al aire libre, que otorgue paz y serenidad a los dolientes.

Enterrar cenizas en un árbol

Consiste en realizar la plantación de un árbol involucrando las cenizas de la persona que ha fallecido. Esto puede hacerse al esparcirlas en la arena dónde ha sido plantado el árbol, o utilizando una urna biodegradable para depositar las cenizas junto con la semilla y luego enterrarla.

El acto de plantar un árbol de cenizas se ha interpretado popularmente como la generación de vida a partir de la muerte, ya que aquellos que decidan realizarlo podrán sostener un lazo físico con el lugar de descanso de su ser querido, brindándole a la planta un cuidado especial para que crezca fuerte y sana en honor a esa persona que ya no está.

Colgantes de cenizas del difunto

Son objetos que representan el deseo de llevar al ser querido siempre consigo. Se trata de dijes elaborados profesionalmente con los materiales adecuados (generalmente circón y acero inoxidable), que poseen un pequeño depósito para verter una porción de las cenizas del difunto dentro de la joya. Estos pueden ser colocados en colgantes, pulseras o cualquier prenda especial.

Esta es una decisión que puede incluir a varios familiares, ya que los miembros más allegados al difunto podrán obtener un colgante y así distribuir las cenizas entre ellos, para que cada uno pueda atesorar simbólicamente y a forma de recuerdo a esa persona que se ha ido.

Crear un diamante único con las cenizas

Se trata de la transformación química de las cenizas, lo que consiste en un proceso de purificación (extracción de carbono) de las mismas, para que luego sean sometidas a alta presión y temperaturas, hasta lograr la generación del diamante. Es una transición que suele durar varias semanas en completarse, y que dará como resultado un objeto invaluable que durará toda la vida.

Es una de las opciones más exclusivas a elegir, ya que la persona que encargue la pieza tendrá el derecho de escoger el color, tamaño y forma del diamante; y finalmente decidirá si incrustarlo en alguna joya o conservarlo en su manera original.

Mezclar las cenizas con óleo y encargar un retrato

Es una manera muy peculiar de inmortalizar el recuerdo de un ser querido. Se trata de solicitar una obra que represente de alguna manera a la persona que ha fallecido (puede tratarse de su rostro o de cualquier otra cosa significativa), y pedir al artista que mezcle las cenizas con los pigmentos que utilizará para realizarlo.

Esta opción puede resultar un poco polémica, ya que de no conocer previamente el trabajo del artista, el resultado puede generar disgusto en lugar de aprobación, por lo que resulta indispensable confiar plenamente en las manos que harán esta importante labor.

Enviar las cenizas al espacio

Esta opción se sale todos los estándares tradicionales y comunes existentes en la Tierra. Se trata de la colocación de los restos en un cohete espacial que será lanzado a la estratosfera para dispersar las cenizas en la inmensidad del espacio exterior.

Es por mucho la elección más ostentosa que existe hasta el momento, ya que aún no existen muchas compañías que ofrezcan este servici006F, se conoce que hay distintas opciones a escoger, entre las que destacan depositar las cenizas en la luna o llevarlas aún más lejos.

¿Es malo guardar las cenizas de un ser querido?

Básicamente es una elección que radica en las creencias e ideologías del fallecido y sus familiares, ya que no hay un juicio de bondad estándar para este hecho. Al tratarse de leyes nacionales, la conservación de los restos incinerados no representa una mala acción, sin embargo, la religión católica opina todo lo contrario, asegurando que los familiares estarían cometiendo un rito considerado pagano que banaliza la muerte, lo cual pudiera costarles la negación de su propio funeral por parte de la iglesia.

¿Se pueden tirar las cenizas al mar?

En España, es permitido que los familiares del fallecido decidan el destino de los restos incinerados, por lo que si los mismos desean esparcirlos en el mar, están en todo su derecho; sin embargo, lo recomendable es tomar en consideración las repercusiones que esto pudiera generar en el medio ambiente, por lo que lo ideal es verter las cenizas directamente en el agua (sin tirar allí la urna funeraria), o lanzarlas dentro de un contenedor biodegradable, diseñado especialmente para diluirse con las cenizas después de un tiempo determinado.

¿Qué hacen con las cenizas en otros países?

A diferencia de las leyes españolas, la normativa en otros países sobre el tratamiento de las cenizas es muy restrictiva, ya que al determinar que las mismas pudieran tener componentes tóxicos, en algunos países (como Austria, Francia y Alemania) ha quedado totalmente prohibido que los familiares lleven las cenizas fuera de las instalaciones del cementerio.

A su vez, estas restricciones evitan que aumente la contaminación del agua, debido a que disminuye la cantidad de urnas de metal que son lanzadas en los ríos y mares.

Tratamiento de las cenizas según la iglesia católica

Aunque la incineración fue aprobada en esta religión por el papa Pablo VI en el año 1963, la iglesia católica sigue siendo estrictamente conservadora con las acciones sucesoras, debido a que no les permite a las personas decidir ampliamente sobre qué hacer con las cenizas del difunto, ya que según lo regido por esta doctrina, los restos sólo pueden ser esparcidos en camposanto o colocados en algún nicho o columbario.

La incineración en el seguro de decesos

La inclusión de servicios de incineración y relacionados (destino de las cenizas) en una póliza de decesos, es un aspecto que debe analizar el asegurado junto con la compañía en el momento de realizar la contratación. Esto se debe a que los seguros de decesos actúan sobre lo que está descrito dentro de su capital de servicio, el cual está conformado por un conjunto de servicios tradicionales, los que en ocasiones pueden incluir la incineración y el columbario, sin embargo, no tomarán en cuenta acciones adicionales (como la plantación de un árbol de cenizas o la creación de un diamante a partir de ellas).

No obstante, existen compañías que ofrecen la posibilidad de que sus clientes aseguren la utilización de estos servicios a través de ellos, como el seguro de decesos santalucia o el  seguro de decesos ocaso, pero esta ampliación implicaría un aumento en los costos de las primas a pagar (ya que deberá ser aumentada la póliza del seguro, para cubrir los gastos solicitados).